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Rejuvenecimiento facial

El rejuvenecimiento facial es un conjunto de procedimientos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos, diseñados para reducir los signos visibles del envejecimiento en el rostro y devolverle una apariencia más joven y fresca. Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad, aparecen arrugas y surcos, y la estructura facial cambia debido a la pérdida de volumen y firmeza. El rejuvenecimiento facial tiene como objetivo revertir estos efectos.

Tipos de rejuvenecimiento facial

1. Procedimientos no quirúrgicos

Estas técnicas son mínimamente invasivas y tienen tiempos de recuperación más cortos.

  • Toxina botulínica (Botox): Se inyecta en áreas específicas del rostro para suavizar las líneas de expresión y arrugas dinámicas, como las arrugas en la frente y las patas de gallo. El efecto es temporal, y dura entre 3 y 6 meses.

  • Rellenos dérmicos: Consisten en inyecciones de ácido hialurónico o sustancias similares que se utilizan para rellenar líneas, arrugas y zonas que han perdido volumen, como los pómulos, los labios o los surcos nasogenianos. Los resultados pueden durar de 6 meses a 2 años, dependiendo del producto utilizado.

  • Peelings químicos: Se aplican soluciones químicas sobre la piel para eliminar las capas superficiales, lo que promueve la regeneración de una nueva capa de piel más lisa y con menos arrugas. Es útil para tratar manchas solares, líneas finas y textura irregular.

  • Láser: El láser de rejuvenecimiento, como el láser fraccionado, estimula la producción de colágeno y mejora la textura y el tono de la piel, reduciendo arrugas, cicatrices de acné y manchas.

  • Radiofrecuencia: Utiliza energía para calentar las capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y tensando la piel. Se utiliza para tratar la flacidez en la cara y el cuello.

2. Procedimientos quirúrgicos

Estos procedimientos ofrecen resultados más duraderos y drásticos, pero implican un tiempo de recuperación más largo.

  • Lifting facial (ritidectomía): El lifting facial es una cirugía que elimina el exceso de piel flácida y tensa los músculos subyacentes, mejorando la apariencia de la mandíbula, el cuello y las mejillas. Los resultados suelen durar varios años, y es efectivo para el envejecimiento moderado a severo.

  • Lifting de cuello: Este procedimiento se enfoca en el exceso de piel y grasa en el cuello y la mandíbula, mejorando la apariencia de un cuello «caído» o la papada.

  • Blefaroplastia (cirugía de párpados): Se realiza para eliminar el exceso de piel y grasa de los párpados superiores o inferiores, mejorando el aspecto de ojos cansados o caídos.

  • Lipofilling facial: Es un procedimiento en el que se extrae grasa de otras partes del cuerpo (generalmente el abdomen o los muslos) y se inyecta en áreas de la cara que han perdido volumen, como los pómulos, los labios o las sienes.

  • Lifting de cejas: Eleva las cejas caídas, eliminando las arrugas horizontales en la frente y dando una apariencia más joven y descansada.

Candidatos ideales para el rejuvenecimiento facial

Los candidatos ideales son personas que desean mejorar los signos visibles del envejecimiento facial y que gozan de buena salud general. Cada persona envejece de manera diferente, por lo que el tipo de procedimiento elegido dependerá de las características individuales del paciente, como el tipo de piel, la estructura facial y el grado de envejecimiento.

Recuperación y resultados

La recuperación varía según el tipo de tratamiento realizado. Los procedimientos no quirúrgicos suelen tener un tiempo de inactividad mínimo, mientras que las cirugías requieren más tiempo para la curación completa, que puede durar varias semanas.

Los resultados de los procedimientos de rejuvenecimiento facial pueden ser dramáticos, desde una reducción de arrugas y líneas finas hasta una mejora en el contorno facial y una apariencia más juvenil. Sin embargo, los efectos del envejecimiento continúan con el tiempo, por lo que algunos procedimientos no quirúrgicos deberán repetirse periódicamente para mantener los resultados.

Consideraciones y riesgos

Como en cualquier intervención estética, los procedimientos de rejuvenecimiento facial conllevan riesgos, como infecciones, cicatrices, resultados insatisfactorios o reacciones adversas a los productos utilizados. Es importante consultar a un cirujano plástico certificado o a un dermatólogo especializado para discutir las expectativas y las posibles complicaciones antes de someterse a cualquier tratamiento.